DURANTE LOS 60.- Se sabía de la existencia de consumidores de cocaína, pero no tenía un mercado en la capital ni el en interior. En esa época los funcionarios policiales afirmaban que Tucumán era un lugar de tránsito, clave, pero de tránsito.
EN LOS 70.- La idea de que la provincia era sólo un lugar de paso fue quedando atrás. La Policía empezó a llevar desarrollar procedimientos más frecuentes. De hecho, en 1971 se creó el Departamento de Toxicología Juvenil. El objetivo de la Policía era “controlar, prevenir y reprimir todos aquellos casos que sean detectados como factores que inciten o faciliten el tráfico o el vicio de las drogas”. Estuvo integrado por especialistas de la fuerza policial y asistido por un Consejo Asesor integrado por el gobernador, miembros del clero, profesores universitarios y secundarios, padres y periodistas.
LAS MULAS DE ESCOBAR Y LA RUTA NARCO.- Durante los 80, la Policía seguía afirmando que los narcotraficantes no se habían establecido en la provincia, e insistían en que la droga -que ingresaba al igual que ahora desde el norte- no era para consumo interno, sino para organizaciones internacionales. Sí admitían, sin embargo, que comenzaba a crecer el consumo de anfetaminas y barbitúricos. En 1986, la Policía detuvo en pleno centro de la capital a dos personas oriundas de Bolivia que cargaban cuatro kilos de cocaína pura. La droga estaba valuada en $ 4.500.000. Iban de paso a Buenos Aires y se decía que eran “mulas” del Cártel de Medellín, la famosa organización narco liderada por Pablo Escobar. Hacia fines de los 80, se decía que la provincia era considerada una etapa fundamental en las rutas del tráfico de cocaína, coca, marihuana y otros estupefacientes.
LA "AVALANCHA BLANCA".- Los secuestros de cocaína y de marihuana se hicieron más frecuentes en la década del 90, sobre todo a mulas y en equipaje colectivos de larga distancia provenientes principalmente de Bolivia. En el 93, se hizo el primer secuestro de heroína. Ese mismo año se dio el golpe más duro al tráfico en la provincia: se secuestraron 15 kilos de cocaína que iban camino a Buenos Aires. En los 90 se detectaron en operativos 8 kilos y tres años después, 60. Se hablaba de una “avalancha blanca” imparable. Según la Policía, la provincia se afianzó como sitio de consumo de cocaína y se estimaba que los adictos sumaban 15.000. La Policía, según las notas publicadas en LA GACETA, sólo contaba con el narcotest y un perro entrenado para los operativos. Ya en esa época se mencionaba la existencia de pistas clandestinas donde narcos descargaban la droga proveniente de países limítrofes
CLANES INSTALADOS Y EL PACO EN LA COSTANERA.- En la primera década del 2000, se instalaron cocinas de cocaína en la provincia, de acuerdo con crónicas de la época. Para 2005 eran varias en la capital. Se estima que por esa fecha ingresó el paco en La Costanera y en otros barrios de la capital. La marihuana, de todas maneras, era entonces la droga más vendida.
En 2009, Hugo “El Rengo Ordóñez” Tévez, sindicado como uno de los principales vendedores de droga de La Costanera, fue ejecutado. Tévez había sido condenado dos veces por la Justicia Federal. Los clanes que actualmente operan en la provincia ya estaban vigentes. Incluso se realizaron operativos por drogas sintéticas, como el éxtasis.
PROLIFERACIÓN Y DESARTICULACIÓN.- Entre 2010 y 2018, los magistrados federales pidieron más radares y escáneres para realizar los controles. Afirmaban entonces que en Tucumán no se observaban aún grandes organizaciones proveedoras de narcóticos. Los secuestros fueron más frecuentes y cada vez de mayor cantidad.
En 2014 se sancionó la Ley provincial N° 8.864 de adhesión a la Ley naciuonal 26.052, en la que se establecía que el fuero local debía investigar la venta minorista de drogas. Sin embargo, el ministro fiscal logró que la Corte Suprema de Justicia de la provincia a través de una medida cautelar frenara su implementación. En 2015, había al menos siete grupos acusados de comercialización de drogas en el narcomenudeo.
En estos últimos años, hubo fuertes golpes importantes al narcotráfico. En noviembre de 2015, Carla “La Jefa” Sánchez fue arrestada en un country de Yerba Buena. La concepcionense está acusada de dirigir una organización con base en Santiago del Estero. Según los investigadores, dirigía una organización que se dedicaba a la distribución de marihuana y cocaína en gran escala nacional. En septiembre 2016, detuvieron en el barrio La Costanera a Rogelio “El Gordo” Villalba que se hacía llamar el “Rey del Paco”. Su organización, considerada por los especialistas como una muestra del narcomenudeo en la provincia, extendió su dominio a fuerza de balas. Ese mismo mes, la Policía Federal realizó una serie de allanamientos en la provincia, Buenos Aires y Córdoba para desbaratar una banda narco que traía cocaína de Bolivia y marihuana de Paraguay. Una vez que llegaba a estas tierras, los integrantes la estiraban, la procesaban y la vendían. Fue detenido Julio César Trayán, que trabajaba en la legislatura con el oficialista Santiago “Cacho” Cano.
En noviembre, se desbarató una banda que se dedicaba a revender droga en gran cantidad y abastecer los quioscos de narcomenudeo en los barrios del sur de la capital. Fueron detenidos Luis “El Gordo Vaca” Vega y Rubén “El Seco Ale” Astorga al sospechar que serían los líderes de la organización. En Julio de 2017, desarmaron la banda liderada por Nilda “La Cabezona” Gómez. La droga que les quitaron podría haberse convertido en $ 22 millones. Aumentó el secuestro de cocaína y aunque hay menos marihuana, crece el cultivo “artesanal”.